Comparte este artículo
Tiempo de Lectura: 4.5 minutos
Autor: Ramón B. Martínez Juárez, Docente Campus Ciudad de México, Escuela Bancaria y Comercial.
Índice de contenido
Durante los últimos 12 meses, diversos medios de comunicación han informado sobre incrementos en las tasas de referencia emitidas por el Banco Central de México (BANXICO).
A partir de éstas se toman decisiones importantes para contratar créditos, ahorrar e invertir; en ocasiones no logramos entender la causa de estos incrementos y principalmente el impacto que puede tener en las finanzas personales y de las empresas, aquí te comparto qué hay detrás de esta información relacionada al aumento en las tasas de interés en los últimos 10 años.
El aumento de las tasas de interés en los últimos 10 años
Entre 2012 y 2017 las tasas de interés se mantuvieron en niveles promedio de 4%; esto se debía a que existían condiciones de relativo equilibrio en la economía de nuestro país. Es decir, el desempleo se mantenía estable, los precios de los productos no tenían incrementos sensibles, el país crecía a niveles del 2.4% respecto al Producto Interno Bruto (PIB) y la dinámica empresarial de los diversos sectores mostraba cierta estabilidad y dinamismo.
Si bien, no era el mejor escenario ya que el desarrollo económico del país era limitado, el objetivo en este momento era acelerar el crecimiento a través de incrementar la dinámica económica:
Empresas produciendo y vendiendo más, el gobierno invirtiendo en desarrollo de infraestructura y una sociedad con un poder adquisitivo que le permitiera adquirir productos y servicios; para ello era necesario aumentar el gasto de estos jugadores. En este caso la alternativa fue bajar las tasas de interés que permitían a todos los involucrados tener acceso al crédito y destinar estos recursos a generar flujo económico.
Del año 2017 al 2019, las tasas de interés pasaron de oscilar en niveles del 4% a un 6.5%. La razón de este incremento obedeció a la incertidumbre que se generó en el mercado, impacto de vivir en un año electoral y la transición de poder.
Adicional el país mostraba signos de debilitamiento a nivel de crecimiento económico en consecuencia de que los capitales de inversión empezaban a salir de nuestro país al no verlo atractivo, ante eso el Banco de México Banxico decide aumentar las tasas de interés para incentivar a capitales extranjeros, inversionistas y empresas para invertir, desarrollar e incrementar participación en México.
2020 fue un año que marcó la economía global y nacional: la crisis sanitaria detuvo por completo el dinamismo económico acrecentando los problemas que ya tenía el país en materia económica, esto afectó a diversos sectores y, sumando un alto nivel de incertidumbre, se generó desempleo, cierre de empresas y producción limitada.
Por lo anterior, Banxico hizo una baja de tasa de interés (4.25% promedio) con el objetivo de incentivar la dinámica económica para que mediante la obtención de crédito más barato, empresas y sociedad aumentarán su inversión, gasto y consumo.Para el último trimestre del 2021, el país presentó signos de recuperación, Banxico decidió mantener las tasas de interés en los mismos niveles de 2020, con el propósito de incentivar el consumo y la inversión.
Sin embargo, se identificaban factores que limitaban el crecimiento a pesar del esfuerzo de mantener la tasas bajas, el desempleo se mantenía en niveles altos, los precios de la materias primas aumentaron (en algunos casos hasta 50% más que años previos), bajos niveles de inversión, incertidumbre, salida de inversión extranjera, escasez de algunas materias primas y la necesidad de consumir ciertos productos, incrementaron la presión sobre los precios de los mismos (inflación).
En 2022 se presentan signos de restablecimiento para la economía mexicana; sin embargo, el aumento sensible de los precios en los productos y materias primas (inflación) derivado de los efectos de años anteriores, el desempleo, una falta de claridad en materia económica por parte del Gobierno y una recuperación muy limitada, obligan a Banxico a subir las tasa de referencia (7%).
Con ello, buscaban limitar el consumo desmedido de productos y servicios a través del crédito y permitiendo que el flujo que se genera en la economía de manera natural (empresas y sociedad), sea destinado a la demanda de los productos y en consecuencia disminuya la presión inflacionaria.
Efectos de las tasas de interés
Como consecuencia de los aumentos a la tasa de referencia, los Bancos que miden el costo de su materia prima (dinero) en referencia a ésta para otorgar créditos y captar recursos (ahorro), tienden a aumentar sus tasas de interés al mercado, ya que les resulta más caro obtenerlo.
Lo anterior afecta a empresas y personas, ya que al ser más caro obtener un crédito el consumo de ciertos productos se limita (que en algunos casos son materia prima para las empresas) esto impacta su capital de trabajo ya que en caso de recurrir al préstamo este podría encarecer sus costos financieros y en consecuencia los precios de sus productos y servicios.
En el caso de las personas, los limita a comprar productos que eventualmente sólo pueden adquirir mediante el crédito, como bienes de consumo duradero (casas, autos, electrónicos, entre otros); sin embargo, del lado del ahorro esto beneficia a empresas y personas, por que recaudan tasas más altas por la inversión y el ahorro.
Como conclusión, las tasas de interés son un referente de la salud del sistema financiero y juegan un papel fundamental en el crecimiento de la economía en México; el que éstas suban o bajen obedece a decisiones en materia monetaria que favorecen el dinamismo económico, pero también afectan dependiendo qué tipo de uso se le dé: crédito, ahorro y/o inversión. Contenido publicado originalmente en Forbes
Si te gustó este artículo, te sugerimos continuar con:
Inflación global: el Kraken mundial que enfrentan los bancos