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Autor: Agustín Aguilar. Coordinador de Patrimonio Cultural Escuela Bancaria y Comercial.
Índice de contenido
- Ex alumno Distinguido 2021 Ricardo Chávez Sierra
- Los primeros pasos firmes hacia la profesionalidad del ex alumno Ricardo Chávez
- El apoyo familiar fue crucial para el crecimiento profesional del ex alumno de EBC
Nunca se abandona el estudio, porque en todas las situaciones aprendemos algo. En mi caso personal, la estancia en diversos países me ha permitido conocer otras culturas, otras maneras de ser, otras maneras de pensar, a la vez que me ha obligado a adaptarme y a entender los contextos internos.
He aquí una estampa nítida de la experiencia, la buena educación y la formación acertada, sin artificios ni fórmulas. No hay en sus gestos aspavientos, tampoco vanagloria en sus palabras, ni siquiera cuando comenta sobre el éxito profesional, obtenido con esfuerzo, firmeza y dedicación.
Es Ricardo Chávez Sierra, egresado de la Escuela Bancaria y Comercial y miembro de la generación 1988-1992.
Director Financiero de Nestlé en África Central y Occidental, con responsabilidades en veinticinco países del continente africano, Ricardo es un hombre que ha cultivado la paciencia para las largas esperas y el temple que exigen los cambios intempestivos. Este carácter lo ha llevado a vivir en diferentes países: México, Suiza, Tailandia, Kenia, Indonesia, China y actualmente Ghana.
Los primeros pasos firmes hacia la profesionalidad del ex alumno Ricardo Chávez
Nacido en la Ciudad de México en 1968, Ricardo es fruto destacado del siglo XX y semilla fundacional del siglo XXI: después de cursar sus estudios primarios, secundarios y preparatorios en diversas instituciones (La Salle, el Instituto Hidalgo Bilingüe, la Secundaria 17 “Benemérito de las Américas” y el plantel 5 del Colegio de Bachilleres), decidió a los veinte años de edad entrar a la UNAM y estudiar Ingeniería Química; pero al llegar al tercer semestre de la carrera descubrió que ésas no eran las aguas sobre las que quería navegar, a pesar de que todo parecía ir viento en popa. Entendió que, de seguir en dichas aguas, acabaría en un encalladero, así que dio un golpe de timón y buscó el mar que lo atraía: el de los negocios, ante la sorpresa y la preocupación de sus padres, por supuesto, pero con la firmeza de un joven que ya comenzaba a dar muestras de tenacidad en la definición de su futuro profesional.
Eligió, entonces, la Escuela Bancaria y Comercial, famosa desde siempre por su excelente nivel académico, y se inscribió en ella para estudiar la Licenciatura en Ciencias Administrativas (que hoy llamamos Licenciatura en Administración).
Unos meses antes, Ricardo había entrado a trabajar en el Banco del Ejército, donde comenzó como cajero en el área de Pensionados y al año fue invitado a colaborar en el área de Auditoría, donde permaneció aproximadamente cuatro años, hasta que lo atrajo la compañía Nestlé, donde hoy está por cumplir tres décadas de fructífera y exitosa carrera profesional.
El trabajo te hace ver las cosas desde una perspectiva diferente y transitar la época de estudiante de una manera mucho más madura. Salía yo de casa a las 6:30 de la mañana, entraba a mis labores a las ocho y dejaba el Banco a las cuatro y media de la tarde. Llegaba a la EBC a las cinco, terminaba mis clases a las diez de la noche y regresaba a casa a las once (a veces, incluso, en tiempos de exámenes, no regresaba a la casa, sino que volvía al Banco para estudiar un poco más). Probablemente me perdí muchas fiestas, muchas reuniones, pero creo que valió la pena.
Ricardo contó con un excelente tejido familiar, dentro del que se conformó su carácter y con el que forjó su espíritu: el entusiasmo frente al trabajo, la entrega absoluta a sus responsabilidades y la verticalidad de sus acciones. Sin embargo, es un hecho que el amor profundo al estudio lo absorbió en el ambiente mismo de la EBC, que le permitió combinar el trabajo y el estudio sin merma en la atención de ambas actividades: empezó a estudiar en el turno matutino, para luego acudir en la tarde al Banco del Ejército, a nueve kilómetros de distancia; pero se percató de que esa rutina terminaría por desgastarlo, así que a partir del segundo semestre se inscribió en el turno vespertino (de cinco de la tarde a diez de la noche), para dedicar toda la mañana al trabajo.
La experiencia laboral me ayudó a madurar como estudiante, y el gusto por el estudio coincide con mi entrada a la EBC. Un poquito antes, a partir del segundo semestre de Bachilleres, empezó a caerme el veinte de la importancia que tiene la adquisición de un conocimiento y la práctica de lo aprendido; pero fue al empezar la carrera en la Bancaria cuando supe con absoluta claridad lo que quería para mi vida.
Cuando Nestlé lo invitó a trabajar, en abril de 1992 (unos meses antes de concluir la carrera), aparecieron algunos obstáculos. Uno de ellos fue el hecho de que la compañía finalizaba sus labores a las cinco de la tarde, hora en que Ricardo debía estar ya en la EBC, en clase. Y este joven de convicciones firmes tuvo que rechazar la oferta de trabajo, pues no estaba dispuesto a sacrificar su carrera. Venturosa y sabiamente, Nestlé prefirió hacer una excepción: la compañía si estaba dispuesta a sacrificar el rigor de su horario, a cambio de obtener el talento de un joven que ya comenzaba a distinguirse por sus habilidades y su formación en general.
El apoyo familiar fue crucial para el crecimiento profesional del ex alumno de EBC
Nadie camina solo, nadie es una isla, sino que todos somos deudores de nuestro entorno familiar, de nuestras circunstancias sociales, de nuestro contexto académico y, claro, de nuestro ambiente laboral. Ante esta realidad, Ricardo reconoce y agradece la presencia en su vida de personas clave en su formación y en la obtención de sus logros: sus padres, para comenzar: Francisco Javier Chávez Urincho y Dolores Sierra Silva fueron quienes, además de otorgarle una buena crianza, supieron respetar las decisiones y las elecciones de su hijo (de cualquier manera, su padre aún recuerda con orgullo que él fue quien mostró a su hijo el anuncio donde Nestlé ofrecía el puesto de auditor interno); uno de sus tíos, quien aprovechaba cualquier encuentro con el sobrino para preguntarle que dónde estaba su título, que cuándo se iba a recibir (hasta que, por fin, lo hizo en 1995); el maestro Nicolás Cuéllar Romo, figura legendaria de la Institución, quien lo asesoró en la elaboración de su tesis (y quien, a propósito, es Ex Alumno Distinguido de la misma EBC); su esposa, Angélica y sus hijas Karina y Jessica: con ellas tres ha formado una familia cosmopolita capaz de moverse por el mundo entero gracias a tres elementos compartidos: amor, confianza y entusiasmo.
Y porque nadie camina solo, Ricardo ha dedicado parte de su tiempo a apoyar a jóvenes de la misma compañía, en los países donde ha tenido la oportunidad de colaborar.
Después de impulsarlos en su desarrollo profesional y en su escalamiento laboral, los mismos jóvenes me llenan de satisfacción con su nueva actitud: salen de la cómoda rutina y crecen ante mis ojos, y me descubro entonces como un mentor que basa su trabajo en la confianza y en la fe que todo ser humano honesto merece recibir. Tomo riesgos, sí, y los asumo; pero al promover a una persona sin experiencia, siempre me comprometo a acompañarla hasta el instante en que su propia fuerza lo siga impulsando.
Con este párrafo terminamos un esbozo de Ricardo Chávez Sierra, el retrato parcial de un hombre de espíritu complejo y maneras sencillas; un hombre agradecido con la vida y con los seres que lo han rodeado a lo largo de muchos años, un hombre al que reconocemos porque ha sabido distinguirse por su saber, por su hacer y por su ser. Sus logros profesionales y su misma persona lo convierten en una de las más brillantes inspiraciones con que cuenta nuestra comunidad y un modelo a seguir por las nuevas generaciones. Su nombre y su autoridad moral dibujan lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos.
Numeralia de interés:
- Con 93 años de formar profesionales emprendedores, la EBC cuenta hoy con más de 160,000 egresados a nivel nacional.
- Fuente: Dirección de Control Escolar de la Escuela Bancaria y Comercial