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Tiempo de lectura: 6 minutos
Autor: Ana Lilia Presa Aguirre
Exalumna de la Lic. en Administración de Negocios de la Comunicación y el Entretenimiento
Gerente Nacional de Marketing en Radio Resultados
El inmenso mundo del emprendimiento es cada día un desafío único, donde la creatividad y la adaptabilidad son la clave para sobrevivir. En el siguiente texto te contaré acerca del rol que juega el emprendedor dentro de su negocio, el cual, va más allá de las expectativas convencionales, ser jefe, comerciante y tener libertad financiera. “Emprender” es como concursar en una pista de baile: requiere pasión, dedicación, paciencia, ritmo y estar dispuesto a improvisar cuando la música toma giros inesperados.
Después de tres años trabajando con un programa de radio sobre temas de emprendimiento, donde cada semana conozco, entrevisto y platico con diferentes personalidades de las organizaciones, he aprendido que es más que lanzarse a la alberca de los negocios; significa meterte en un océano de desafíos y oportunidades, donde cada movimiento cuenta. En este viaje empresarial, he descubierto que es como ser el director de una orquesta, quien equilibra múltiples instrumentos para crear una sinfonía exitosa, respetando el sonido de cada elemento, tiempo y exigencias.
En primer lugar, un emprendedor no sólo vende un producto o servicio; vende una historia, experiencia o compromiso. Esta conexión emocional con los clientes es la clave del éxito, pues en un mundo saturado de competencia, la gente elige empresas que entienden y ofrecen algo más que un simple intercambio comercial. Como alguien innovador, mi trabajo es construir una narrativa cautivadora alrededor de mi marca, transmitir valores auténticos, así como formar una comunidad que se identifique con mi visión.
Como lo mencioné, se debe ser un maestro del equilibrio, por ejemplo, en un día cualquiera, paso de ser la creativa que diseña estrategias de marketing a ser la contadora que revisa las finanzas con lupa. La versatilidad se ha convertido en mi mejor amiga, ya que, si bien es vital tener especialización en tu área, el entender los diferentes aspectos del negocio te permite tomar decisiones informadas y adaptarte rápidamente a los cambios del mercado. Ser un equilibrista de talentos ayudará a mantener tu negocio en pie, incluso en los momentos más desafiantes.
Un aspecto crucial es ser un líder inspirador, no sólo de delegar tareas, sino de inspirar a tu equipo para alcanzar metas que creían imposibles. Dicha motivación va más allá de las recompensas y los incentivos; radica en crear un ambiente donde cada miembro se sienta valorado como parte integral del proceso creativo. Este papel también consiste en escuchar, aprender y evolucionar en equipo.
En segundo lugar, se encuentra la adaptabilidad. En este sentido, el emprendedor no sólo debe adaptarse al cambio, sino anticiparse a él. En una era de transformación constante, donde las tendencias evolucionan más rápido que nunca, tu negocio no puede permitirse quedar rezagado. Por ello, mantente al tanto de las últimas innovaciones, entiende las demandas cambiantes del mercado y adopta nuevas tecnologías para asegurar tanto la relevancia como tu crecimiento continuo.
En este viaje emprendedor, el fracaso ha sido un maestro valioso, donde cada error se ha convertido en una oportunidad de aprendizaje. Esta lección te impulsará a mejorar, al igual que afrontar nuevos desafíos con mayor sabiduría, lo cual, implica superar obstáculos sin miedo, de tal manera, que los transformes en escalones para alcanzar nuevas alturas.
La resiliencia es un superpoder secreto que implica enfrentarse a críticas, desafíos financieros y dosis de mucha incertidumbre. En esos momentos, la capacidad de recuperarte, así como de seguir adelante, puede convertirse en tu mayor logro, porque cada desafío superado te fortalecerá y los fracasos serán una lección que te acercará un paso más a la excelencia.
Además de estos puntos, el emprendedor moderno debe ser consciente de su impacto en la sociedad y el medio ambiente. La sostenibilidad y la responsabilidad social ya no son simplemente tendencias; son un must en tu camino. Esto va más allá de generar ganancias, ya que implica dejar un legado que inspire a las generaciones futuras a cuidar el mundo.
En conclusión, el rol del emprendedor es tan diverso como emocionante. Somos arquitectos de sueños, malabaristas de responsabilidades y líderes visionarios. En mi trayectoria, he descubierto que el emprendimiento no es sólo un medio para ganarse la vida, sino para darle forma, es un compromiso con la evolución constante, la creatividad sin límites, así como la voluntad de desafiar el status quo. Así que, ¡vamos, emprendedores! La pista de baile de los negocios nos espera y la música de la innovación no tiene límites. Adopta tu rol, confía en qué es posible e innova.