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Autor: División de Educación Continua.
Índice de contenido
El futuro del trabajo viene acompañado de una nueva normalidad. Debido a la pandemia de COVID-19, muchas empresas tuvieron que cambiar sus operaciones a un modelo híbrido con la finalidad de proteger la salud de sus colaboradores. Esto significó un cambio que estará presente a corto y largo plazo. La modalidad híbrida se ha convertido en una nueva norma para varias organizaciones y el sector educativo no es la excepción. Por lo anterior, es un buen momento para replantearse la forma en que se ha estado trabajando y, con base en este nuevo esquema, hacer algunos ajustes para obtener los mejores resultados. Por ello, te presentamos 5 claves que te ayudarán a entender esta nueva modalidad.
Diseñar una nueva forma de trabajo
Tanto las empresas como el personal buscaron aceleradamente alternativas para llevar al mayor número de empleados al ya famoso “home office”, sin embargo, el tiempo y la propagación de la enfermedad jugaban en contra de la operación. Ahora, tras la experiencia y los aprendizajes adquiridos, los equipos necesitan hacer una pausa para rediseñar la forma de trabajo, así como responder algunas inquietudes:
- ¿Cómo integrar los objetivos estratégicos a las nuevas necesidades de la organización y del personal? ¿Qué situaciones vividas se quieren evitar y qué buenas prácticas se desean mantener?
- ¿Qué ventajas del trabajo remoto se precisan conservar y qué acciones se realizarán para ello?
- ¿Cómo mantener la capacidad de respuesta individual y en equipo en el más alto nivel?
Colaboración
El primer elemento de una organización ágil es la colaboración entre los miembros del equipo y con el resto de los equipos. En el trabajo remoto, es necesario mantener canales de comunicación, así como sincronización de actividades por las que fluirá la información.
Adicionalmente, se requieren espacios para que cada persona aporte sus conocimientos, ideas y soluciones, mientras que el reto del líder es motivar la contribución de cada miembro. Si en el trabajo presencial había personas o grupos que se mantenían alejados, la virtualidad podría fortalecer esta tendencia, por lo que son necesarias estrategias que rompan dicha segregación y consideren:
- Mantener y sumar los esfuerzos individuales y en equipo orientados a los objetivos.
- Generar un clima de respeto hacia la diversidad de opiniones.
- Escuchar con atención las aportaciones de cada persona y evitar que solo participe una pequeña parte de los miembros.
- Desarrollar y fortalecer el sentido de responsabilidad.
- Involucrar a los miembros del equipo en la toma de decisiones y en la resolución de problemas.
Conexión humana
Al trabajar de forma remota, la interacción habitual que se genera en los centros de trabajo se reduce drásticamente, lo cual puede afectar la comunicación, la creatividad, la resolución de problemas y el sentido de pertenencia en la empresa, puntos que son muy importantes dentro de la cultura organizacional.
Por otro lado, la sobreexposición a juntas continuas e interminables no genera por sí misma una mejor conexión, sino todo lo contrario. Puede provocar que los participantes estén presentes en la junta, pero enfocados en hacer las actividades de la siguiente reunión u otro tipo de pendientes.Invitar a los miembros del equipo a definir las actividades que permitan esta conexión reforzará su colaboración y su compromiso, siempre que:
- Consideren a todos los miembros del equipo.
- Permitan la generación de confianza.
- Los horarios, la frecuencia y duración sean acordes a las necesidades y disponibilidad de los participantes.
- Pueden incluir a la familia si el equipo así lo decide.
- Se centren en la parte humana y no en las actividades.
Reglas claras
Un elemento relevante para todos los equipos es disponer de reglas claras y seguirlas. Muchas de ellas forman parte de las políticas de la empresa, mientras que otras se generaron tras la convivencia como equipo y las más recientes se construyeron a partir de la pandemia.
Después de más de un año de trabajo a distancia, aún es necesario definir ciertos aspectos, como los horarios para recibir y responder mensajes, la flexibilidad del horario; por ejemplo, para que los padres puedan atender asuntos escolares durante la jornada u otro tipo de temas, como necesidades básicas y tareas del hogar, además del uso de la cámara al asistir a las juntas, entre otros.
Si bien con el paso del tiempo se forma una costumbre sobre la marcha, considerar el home office como una modalidad permanente requiere de nuevas reglas que sigan teniendo como objetivo el logro de las metas empresariales y la calidad de vida de los colaboradores.
Realiza una evaluación constante
Recuerda que lo que es medible es perfectible. Esto quiere decir que es importante calificar cómo crees que le está yendo al lugar de trabajo, a la unidad o a un equipo en particular.
Para medirlo, puedes hacerlo usando el método que mejor te acomode. Por ejemplo, un esquema de calificación de letras simple o entre 1 y 10. El objetivo aquí es usar estas notas para resumir si algún área en particular está en buena forma o si tiene espacio para mejorar.Al identificar el área que dio la calificación más baja, comienza a analizar ¿por qué la nota es baja aquí? Por ejemplo, si se tuvo la puntuación más baja en colaboración, ¿observas que algunas personas participan demasiado, mientras que otras no lo hacen lo suficiente? Si obtuvo la puntuación más baja en conexión humana, ¿es a nivel colectivo o a nivel individual? Y así sucesivamente.
La evolución es parte del crecimiento, así como lo es el adaptarse a los cambios que la vida va requiriendo. Como sociedad estamos aprendiendo rápidamente dónde se encuentran los mayores obstáculos y cómo prevenirlos y/o minimizarlos para manejarlos a medida que surgen. Estas 5 claves pueden ayudar a los líderes a abordar y priorizar los desafíos más comunes del trabajo híbrido.