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Autor: Agustín Aguilar Tagle, Coordinador de Patrimonio Cultural, Escuela Bancaria y Comercial.
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Platicar con Juan Manuel Ramírez Belloso siempre es una fortuna y una alegría, y las siguientes líneas intentan reflejar fielmente lo que escuchamos del director de Posgrados de la EBC el pasado jueves 4 de agosto. Ese día nos reunimos en el Salón del Mérito de la casa de Rectoría para saber qué piensa un líder transformacional acerca del liderazgo.
¿Cómo inició el camino Juan Manuel Ramírez para ser un líder transformacional?
Fue en 2002 cuando Juan Manuel empezó a trabajar para la Institución. De hecho, él fue el primer alumno que ocupó un cargo administrativo, porque antes de ese año existía una política en la que los estudiantes no podían integrarse a la comunidad de colaboradores, pero las cosas cambiaron y se le invitó a trabajar como promotor.
El maestro Ramírez se sorprende del tiempo recorrido: ¡En octubre cumplo veinte años de colaborar con la EBC! ¡Ha sido un viaje apasionante!Platicar con Juan Manuel Ramírez Belloso siempre es una fortuna y una alegría, y las siguientes líneas intentan reflejar fielmente lo que escuchamos del director de Posgrados de la EBC el pasado jueves 4 de agosto. Ese día nos reunimos en el Salón del Mérito de la casa de Rectoría para saber qué piensa un líder transformacional acerca del liderazgo.
¿Cómo inició el camino Juan Manuel Ramírez para ser un líder transformacional?
Fue en 2002 cuando Juan Manuel empezó a trabajar para la Institución. De hecho, él fue el primer alumno que ocupó un cargo administrativo, porque antes de ese año existía una política en la que los estudiantes no podían integrarse a la comunidad de colaboradores, pero las cosas cambiaron y se le invitó a trabajar como promotor.
El maestro Ramírez se sorprende del tiempo recorrido: ¡En octubre cumplo veinte años de colaborar con la EBC! ¡Ha sido un viaje apasionante!Después de ser promotor de Licenciaturas, y a partir de la inauguración del edificio de Dinamarca 32, se le invitó a liderar la comercialización de Posgrados y Educación Continua. Esto le sirvió como experiencia para asumir más tarde la Coordinación de Desarrollo Comercial. Posteriormente, tuvo a su cargo la Gerencia de Mercadotecnia y poco después, la Dirección de esa misma área. Más tarde, en 2017, recibió la Dirección de la Escuela de Graduados.
El progreso de una persona puede darse cuando ciertos ingredientes aparecen en la construcción de la cultura de la compañía. Si ésta no cuenta con tierra fértil para hacer crecer a las personas, difícilmente podrá un individuo cumplir con sus expectativas personales. Pero la tierra de la EBC es fértil e incluye ingredientes de largo plazo que permiten el cultivo esmerado; ese cultivo que da fruto cuando hay una genuina voluntad de crecimiento de la persona.
Nuestro director de Posgrados sabe que en la vida hay circunstancias impredecibles y ajenas a nuestra voluntad, que se vuelven obstáculos. Un viaje puede planearse, sí, pero siempre debe uno considerar las contingencias, y es entonces cuando debemos desarrollar nuestra capacidad de adaptación.
Sin embargo, hay un elemento que para Juan Manuel es clave para entender su desarrollo profesional e incluso su bien ganado liderazgo: la afinidad entre sus ideas personales y la filosofía institucional. Esta conexión no ha sido espontánea, advierte nuestro entrevistado, sino diariamente trabajada por ambas partes, a lo largo de dos décadas de feliz correspondencia.
Mi liderazgo es la suma de muchos individuos. Es la acumulación de experiencias e inteligencias de quienes me han ayudado a crecer y a aprender. Porque el liderazgo no surge espontáneamente, sino que es un aprendizaje que parte de modelos anteriores para después crear nuevas formas de ser líder; líder incluso de uno mismo.
¿Qué es un líder? La definición de un líder transformacional
¿Pero cómo definir la palabra líder? Juan Manuel lo dice sin rodeos: cada organización, cada grupo de personas, cada asociación tiene la tarea de darle un sentido a la palabra, y en el caso de la EBC podemos leerla entre las líneas de nuestra misión, nuestro lema y nuestros Principios Institucionales, porque es en nuestra filosofía donde están los tres ingredientes de todo liderazgo: el conocimiento, las habilidades y la actitud. Los dos primeros ingredientes suman; el tercero multiplica.
Bien, tenemos al líder y tenemos un acercamiento a su definición; pero hay que recordar que el líder también es definido por las personas que conforman el grupo al que guía. Y esta realidad exige diálogos abiertos:
Me esfuerzo por saber quiénes son las personas que conforman mi equipo de trabajo; quiero comprender su personalidad.
Creo en el liderazgo que no impone, sino que adapta sus proyectos y sus ideas a la variada personalidad de su equipo, mediante el entendimiento de sus propósitos laborales, profesionales e incluso existenciales. Motivo a mi equipo con la construcción colectiva de nuestro crecimiento individual. Y motivo en los terrenos del diálogo, dando la bienvenida a la expresión de juicios y opiniones, tanto desde la objetividad como desde la subjetividad.
Porque no somos máquinas, sino que trabajamos todos los días inmersos en nuestras propias emociones y con nuestros sentimientos a cuestas. Por eso, es muy importante la franqueza y la transparencia, porque con ellas construimos vínculos que nos ayudan a crecer.
La importancia del juego para Juan Manuel Ramírez, un líder transformacional
A Juan Manuel le gusta jugar y se entusiasma cuando logra que su equipo de trabajo se una al juego, porque el juego es el caldo de cultivo de la confianza y de la feliz sensación de pertenecer a un esfuerzo colectivo. Y esta actitud es fundamental en tiempos de cambio. Sin confianza mutua y sin ambiente lúdico es muy difícil construir un equipo capaz de enfrentar los cambios externos.
En ese sentido, un elemento básico de todo juego es el error. Todo juego nos enseña que equivocarse no es necesariamente malo. Sí, es cierto, probablemente perdemos algunos puntos al fallar, pero ese mismo tropiezo nos ayuda a entender mejor el juego y a perfeccionar nuestra participación en él.
En tiempos de cambio, los juegos se vuelven más complejos y no es posible abordarlos con respuestas hechas, sino con creatividad y con la búsqueda de alternativas. La adaptación al cambio tiene que ser divertida, tiene que hacerte reír.
Lo anterior nos lleva a pensar en el Director de Posgrados como un líder transformacional; es decir, una persona que está transformándose a sí misma en el ejercicio de su liderazgo. Como líder transformador, tiene metas personales a las que se acerca puliendo algunos aspectos:
Debo ser más paciente y menos obstinado, sin perder la fuerza de mis convicciones; debo escuchar más, sin perder la pasión y la energía; debo aceptar la existencia de la imperfección, sin que esto signifique caer en la resignación o el conformismo.
¿Cómo encontrar líderes? De acuerdo con un líder transformacional
En cuanto a la detección de líderes, Juan Manuel reconoce que hay metodologías ya probadas, pero que, sin embargo, es importante romper paradigmas de reclutamiento e internarnos en técnicas de evaluación que nos permitan conocer a una persona mediante la creación de contextos hipotéticos inspirados en la vida real y en circunstancias que enfrenten a un individuo a retos donde pueda surgir ese líder que acaso esté escondido tras velos de pudor y entre hábitos de sumisión.
Me parece que para encontrar a nuestros líderes hay que salir del cubículo, porque el liderazgo no está en la oficina del director, no está en los pasillos de la empresa; el liderazgo está en las decisiones que toman las personas en su vida entera, a partir de sus miedos, sus anhelos y sus sentimientos.
Escuchamos con atención a quien durante dos décadas ha construido su propio liderazgo transformador en un lapso sorprendentemente breve, que es el de su juventud extendida, y no podemos evitar interrumpirlo para preguntarle cómo se le hace para tomar el timón, para marcar el paso, para señalar el rumbo y abrir camino, mientras se toma decisiones que involucran a muchas personas.
Su respuesta parece decirnos que, para llegar lejos, hay que construir primero una vereda hacia nuestros adentros en busca de lo que somos, y esa vereda debe ser un río que fluye y desemboca en el mar interior que contenemos:
¡Es necesario fluir! Y fluyes cuando adoptas una actitud de confianza en ti mismo. Tu liderazgo va a aflorar y ser visible cuando dejes de esperar voces del exterior. Los jefes no hacen líderes, los líderes se hacen a sí mismos, mediante la automotivación y la conquista de su futuro.
Basta escucharlo y conocer su historia para sospechar que Juan Manuel Ramírez Belloso nació para conducir, dirigir, guiar, organizar y lograr que una orquesta interprete con inteligencia sus partituras y que ejecute con éxito cada una de las piezas de su amplio repertorio. ¡Pero no! Él no es un líder nato, no existen los líderes por naturaleza: él es un profesional que se construye a sí mismo todos los días.