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Autor: Salvador L. Aponte Escalante , CIO & CTO Global, Grupo Alsea
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¿Te imaginas cualquier actividad humana en donde no esté presente la tecnología?, seguramente hoy en día hay muy pocas…
La transformación digital está presente en todas las industrias y negocios, el uso de la tecnología no sólo ha permitido un desarrollo acelerado en las organizaciones, también en la creación de innovadores modelos de negocio disruptivos que generan nuevos estándares en el mercado, simplificando procesos productivos y con un mayor enfoque en la prestación de servicios para cubrir y superar las expectativas de los clientes.
Difícilmente se logrará la transformación digital en una organización, sin que estén presentes y trabajando de forma coordinada y en armonía tres grandes pilares: los procesos, la tecnología y el más importante, las personas. Para poder generar una estrategia adecuada y aprovechar la tecnología, es necesario contar con competencias laborales que ayudarán a potenciar el desarrollo de la empresa, no solo en el equipo encargado de esta área, sino también en toda la organización; algunas de las que más destacan son:
Entendimiento del negocio:
En un mundo global y competido es necesario tener un conocimiento profundo del sector en el que te desempeñas, y con ello identificar nuevas formas y modelos de negocio que te permitan optimizar tus procesos.
Análisis de las necesidades:
El comportamiento y necesidades de los clientes cambia rápidamente, por lo cual se deben identificar tendencias y problemas sin resolver, así como crear medios y formas de escucha para poder cubrir las expectativas de los clientes; sin estas consideraciones todos los esfuerzos serán en vano.
Diseño de soluciones:
A partir de la identificación de problemas y necesidades en los clientes, se diseñan soluciones tecnológicas apoyadas en los tres pilares: procesos, personas y tecnología. Muchas organizaciones solo diseñan tecnología y se olvidan de los procesos y las personas, hay que considerar los tres elementos como un ecosistema que debe funcionar de forma coordinada y colaborativa para mejorar la propuesta de valor. Se pueden usar técnicas de “el pensamiento de diseño” o design thinking, y metodologías ágiles que permitan probar los diseños y prototipos rápidamente con los clientes antes de implementarlas o desarrollarlas.
Desarrollo e implantación de soluciones:
Implementar estrategias y proyectos de transformación, apoyado en metodologías de gestión de proyectos, hoy el uso de metodologías ágiles basadas en entregables cortos como el Producto Mínimo Viable (MVP’s) y los ciclos rápidos (sprints), son los más exitosos y permiten optimizar los costos a la hora de implantar soluciones digitales.
Gestión de la tecnología:
Una vez implantadas las estrategias, es importante gestionar su operación, revisar su desempeño y establecer mecanismos de mejora continua que permitan hacerlas cada día más eficientes, alineadas a las necesidades del cliente y a las tendencias de mercado.
Liderazgo, colaboración y comunicación:
Todas las estrategias y competencias no serán efectivas si no se pone atención en crear una cultura propicia para el crecimiento tecnológico, si no se cuenta con un fuerte liderazgo en la organización a lo largo de todos los niveles y equipos de trabajo para que colaboren y se comuniquen adecuadamente.
Esto último es la cereza del pastel, pero a la vez es la piedra angular para tener éxito en el apalancamiento de los negocios. Hace poco tuve la oportunidad de presentar una ponencia en la Escuela Bancaria y Comercial, que retoma los puntos anteriores, y pude constatar que las instituciones educativas han identificado la necesidad de formar perfiles profesionales listos para aportar soluciones automatizadas e integradas que benefician el establecimiento y fortalecimiento del entorno empresarial, talento que en muy poco tiempo estaremos recibiendo en las empresas y que apoyará en al impulso de transformación digital que cada día se vuelve más relevante.
Contenido publicado originalmente en Blog de la BMV.
